El informe, realizado por el sociólogo de la Universidad de Granada José Manuel Corpas, aporta varios datos que ilustran el atractivo laboral de estos estudios. El 30% de las ofertas de trabajo publicadas en 2015 pedía titulados en FP, los profesionales más demandados tras los universitarios. En ese mismo año, la contratación de técnicos superiores en FP subió un 19,7% y la de técnicos de grado medio en un 17,7%. Un año antes, en 2014, el 19% de los titulados universitarios estaban en paro por solo el 11% de los graduados en FP.
Las áreas de conocimiento con una mayor demanda laboral son las de Administración y Gestión, que aglutina un 12,4% de las ofertas laborales, y la de Informática y Comunicaciones, con un 9,6% de las demandas de empleo.
Esta alta ocupación, de hecho, está en consonancia con el fuerte crecimiento del número de estudiantes de FP en España, que casi se han duplicado en ocho años, entre 2007 y 2015, hasta rozar ya los 800.000. Esta rama de estudio pincha sobre todo en la FP Básica, donde solo cursa un 3,2% de los alumnos frente al 96,7% de la ESO, y en la todavía muy incipiente implantación de la FP Dual, un 2,3% de alumnos, que no logra ofertar las plazas que la demandan los jóvenes interesados en cursarla. De hecho, en general, hay muchas menos plazas y variedad de ciclos en FP de las que podría cubrir la demanda de estudiantes.
Lo cierto es que España, pese al crecimiento de la última década, está a la cola de la UE en alumnos de FP. Lo habitual en los principales países continentales es que este tipo de formación sume a la mitad de los estudiantes del país (48% en la UE), pero España está en el 32%, solo por delante de Grecia, Hungría o Malta, y muy lejos del 51% de Finlandia o Reino Unido.
El estudio vincula la escasez de la oferta de FP en España y su alto nivel de ocupación con el hecho de que sea el país europeo que lidera dos indicadores negativos como son el de paro juvenil y el de abandono escolar temprano, en los que duplica las tasas medias continentales.
El informe considera que para que España de un salto hacia los niveles de formación y empleo de sus socios comunitarios debería potenciar la FP Dual y dar mayor peso a las prácticas en empresas de forma general en todos los ciclos, tendría que aumentar los títulos que pueden estudiarse a distancia -la demanda se ha multiplicado por diez en una década-, ajustar la oferta formativa a la demanda del mercado laboral, eliminar las barreras existentes para progresar de un ciclo a otro, y permitir accesos directos con los títulos a Bachillerato y Universidad, así como crear máster de especialización para técnicos superiores.
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