A medida que pasan los años se nos hace mucho más difícil estudiar, tenemos otras obligaciones: trabajo, familia, casa… y el tiempo libre del que disponemos es cada vez menor. Ponerse a estudiar supone un gran esfuerzo que necesita de muchas ganas y dedicación.
Debido a la situación económica actual y a la inestabilidad que hay en el sector privado, mucha gente decide estudiar unas oposiciones, ¿qué pasa si esta decisión tarda en llegar? La indecisión sobre si merecerá la pena, si podremos retener tantos conocimientos o si será un handicap a la hora de enfrentarnos al Tribunal recorrerá tu cabeza.
Todas esas dudas hay que reconvertirlas, hacer de nuestras “debilidades” nuestras fortalezas. Quizás lleves muchos años sin estudiar, pero ¡hay algo positivo en ello! Tendrás más ganas de coger los libros o el ordenador y retarte a ti mismo/a y no estarás tan saturado/a de estudiar como alguien que ha salido de una carrera de 4 años después de llevar otros 14 más estudiando sin parar.
A la hora de enfrentarse al Tribunal deberás mostrar que la edad no es un problema, sino todo lo contrario, ya que eres una persona con más experiencia y más madura. Gracias a ello has podido obtener más experiencia en el mundo laboral, tienes mucha más capacidad de responsabilidad en el trabajo y, seguramente, hayas podido superar alguna crisis dentro del ámbito laboral, lo que te brindará más recursos que los que tiene tu competencia.
Roberto Cortés es un alumno de la academia Ceasfor que oposita para Agente de Movilidad. Se puso a opositar a los 41 años de edad para conseguir y tener una mejor formación, así como para obtener un trabajo estable en los tiempos que corren. La decisión de opositar a Agente de Movilidad fue gracias a sus ganas de querer ayudar a la gente y probar otros trabajos diferentes a los realizados hasta el momento, por ejemplo el tema de la vigilancia y servir al ciudadano para que tenga una protección en las calles.
Roberto comenta: “Algunos temas me han costado más que otros, como por ejemplo los de Constitución Española, pero con constancia y dedicación y todo se puede conseguir, sin duda. Le dedico un total de 2 horas al día aproximadamente, y si puedo dedicarle alguna más, no dudo en hacerlo, aunque de costumbre son estas 2 horas las que me han hecho avanzar en la teoría y ver que poco a poco he ido adquiriendo hábitos de estudio. Al principio fue un poco cuesta arriba después de tanto tiempo sin estudiar, pero todo se entrena, al final es adaptarse.”
Roberto recomienda estudiar, sea a la edad que sea, para asegurar un trabajo de calidad y una mejoría en la estabilidad laboral. ¿Todavía te lo estás pensando? ¡Consulta nuestros cursos y empieza ya el cambio!